Cuándo integrar el lavadero en la cocina.

El único aspecto que parece poner de acuerdo a todo el mundo es la importancia que tiene contar con una zona de lavado en la vivienda. A partir de aquí, hay quien prefiere que esa zona esté ubicada en una estancia independiente en la que solo se realicen las tareas relacionadas con esa actividad, mientras hay quien es más partidario de integrar el lavadero en la cocina.

Y tú, ¿en qué bando estás? Si no lo tienes muy claro, no dejes de leer este post en el que te damos algunas ideas para integrar la zona de lavado, secado y planchado en la cocina, además de contarte en qué casos puede resultar muy práctico.

¿Cuándo es más práctico integrar el lavadero en la cocina?

1.- Cuando no tienes mucho espacio

Contar con una estancia destinada exclusivamente a albergar la lavadora, la secadora, la tabla de planchar, una pila para lavar a mano o dejar ropa en remojo… no es algo que se pueda permitir todo el mundo y más en estos tiempos. Es cierto que sería lo ideal para que tu colada no se mezclara con el resto de tareas (y olores) propios de la cocina pero, siendo realistas, no está al alcance de todas las viviendas.

Por eso, si no puedes tener una estancia exclusiva que funcione como lavadero, lo que podemos hacer por ti es diseñar tu cocina contemplando una zona de lavado. Puede tratarse de una esquina que estará dedicada solo a esta tarea, con muebles esquineros y/o abatibles para ganar espacio y que albergarán, además de los electrodomésticos, todos los productos relacionados con estas tareas.

Otra opción, si tu cocina es rectangular, es aprovechar una de las paredes más cortas para crear ahí el lavadero y camuflar esta zona con puertas venecianas o biombos.

La cuestión es crear una zona de lavadero pero dentro de la cocina para que no tengas que sacrificar muchos metros cuadrados de tu hogar.

2.- Cuando cuentas con una terraza cubierta en la cocina

Muchas viviendas cuentan con una terraza más pequeña e interior a la que se accede desde la cocina. No es la terraza principal de la casa y, tanto por su ubicación como por su tamaño, es perfecta para otras funciones. Como, por ejemplo, convertirse en el lavadero de la vivienda.

Estará a continuación de la cocina pero tendrá cierta independencia para mayor comodidad a la hora de realizar estas tareas, a la vez que permite sacar más partido a esta terraza. Solo tienes que acondicionarla adecuadamente y tendrás tu propio lavadero integrado en la cocina con cierta separación orgánica entre ambas partes.

3.- Cuando tu cocina tiene varios huecos

Hay cocinas, sobre todo en pisos antiguos reformados, que se estructuran en diferentes huecos. Suelen ser casas en las que antes vivían familias numerosas y de ahí que contaran con cocinas amplias con zonas para comedor, para despensa, para almacén de productos… Pues bien, estas cocinas son perfectas para rehabilitarlas y construir en uno de esos huecos el lavadero.

De esta forma, la zona de lavado estará perfectamente integrada en la cocina pero también manteniendo cierta independencia y teniendo su propio espacio. Obviamente, aquí se trata de acondicionar la zona con un mobiliario que tenga cierta continuidad con el de la cocina, aunque se pueda apostar por tonos más blancos y asépticos teniendo en cuenta la actividad que se realizarán en esta zona.

 

En cualquier caso, si quieres contar con un lavadero integrado en la cocina es fundamental que acudas a una empresa especializada en el diseño y creación de cocinas a medida en Barcelona. Podrá analizar el espacio y proponerte la solución integradora más funcional y bonita, que te permita ahorrar espacio y ganar comodidad para realizar esta tarea. En Auro Kitchens podemos ayudarte a conseguirlo.

 

Fuente fotográfica : El Mueble